sábado, 27 de octubre de 2012

CONDUCTA AGRESIVA


Los seres humanos aprendemos a relacionarnos con los demás e incluso con uno mismo. La agresividad como conducta en muchos de los casos, corresponde a una característica aprendida desde pequeños en el hogar, ya que las relaciones que se dan y los comportamientos presentados por la familia, ejercen una influencia en su generación y mantenimiento.

Cuando somos pequeños, muchas de las conductas que van a ir conformando una personalidad agresiva, son apoyadas y aplaudidas por los demás, en ocasiones de manera directa y en ocasiones indirecta, con comentarios como “eso es no te dejes”, “tu eres mas fuerte”, “si te la hacen que te la paguen”, etc., en esos comentarios el niño va conformando una sensación de placer al obtener la aprobación de los demás, adicionalmente, estas conductas le son validad también como mecanismo de defensa para lo que el niño considera agresión, real o ficticia.   

Estos comportamientos se van anidando hasta que los niños crecen con ellas formando parte de su conducta habitual, al llegar la adolescencia y posteriormente al ser adultos, los conflictos por estas conductas se van agudizando y conllevan serios problemas en las relaciones personales, que pueden generar conductas antisociales, alcoholismo, dificultades en la adaptación al trabajo y a la familia, y en una gran mayoría los conflictos se van a presentar al interior de la relación de pareja.
En una mayor proporción son conductas que presentamos lo varones, pero actualmente, sabemos que también las mujeres presentan conductas agresivas, que si bien son un tanto encubiertas, también las son violentas, es como la fábula del lobo disfrazado de oveja.
 Las conductas agresivas son un modo de actuar de una persona que nos reflejan su incomodidad, su insatisfacción, y muchos otros sentimientos que en su mayoría son mal canalizados o mal aprendidos, ya que las reacciones ante lo que no les gusta, la mayoría de las ocasiones son desproporcionadas con respecto al problema original, esta desproporción es como ver las cosas en una magnitud demasiado alta como para solucionarlos y la respuesta automática se traduce en un insulto, desprecio, crítica, golpe, amenaza y otras tantas conductas que se catalogan como violencia física, verbal, psicológica, sexual, etc; todas ellas son conductas que buscan el castigo de la otra u otras personas.

EL DOLOR


Según la "International Association of the Study of Pain" el dolor se define como "una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño real o potencial del tejido, o se describe en términos de dicho daño”. Sin embargo, para todos nosotros, el dolor es simplemente una sensación desagradable de que algo nos hace daño. Se trata de un sentimiento subjetivo que todos aprendemos a través de nuestras propias experiencias cuando aún somos muy pequeños. Se puede aprender mucho acerca del dolor y de su alivio. El médico sólo puede saber que un paciente sufre dolor si éste se lo dice. Por tanto, es importante que siempre que sufra dolor se lo cuente a su médico.
El dolor puede ser agudo, si dura poco tiempo, o crónico, si dura más, a veces incluso de por vida.
  • El dolor agudo es un dolor de corta duración que suele tener una causa fácilmente identificable. Este tipo de dolor normalmente se origina fuera del cerebro (en el sistema nervioso periférico definición ), aunque se procesa e interpreta en él (por parte del sistema nervioso central definición). De hecho, el dolor agudo actúa como una señal de advertencia de un daño actual o próximo: es la respuesta fisiológica normal ante un estímulo adverso o perjudicial que causa el dolor. Este estímulo puede ser mecánico (una fractura ósea), térmico (una quemadura) o químico (debido a una reacción inflamatoria en el cuerpo durante una enfermedad aguda, piense en los dolores musculares de una gripe o los dolores articulares de la artritis). 
    Suele responder bien a los analgésicos y por tanto su duración es limitada.
  • El dolor crónico suele ser independiente de la causa original del dolor. Es posible que la causa del dolor ya no exista, pero que los nervios sobreexcitados sigan notificando dolor al cerebro. En otras ocasiones, la causa del dolor puede seguir existiendo sin poder ser tratada o eliminada en todos los casos, como en las enfermedades incurables o crónicas. 
    La percepción del dolor puede incluso independizarse por completo del estímulo original, con lo que en ese caso la señal de dolor pierde su función de advertencia. De ese modo el dolor constante o intermitente dura más que su propósito: ya no ayuda al cuerpo a evitar el daño. También se habla de cronificación del dolor o círculo vicioso cuando unos estímulos de dolor sin tratar provocan respuestas de dolor adicionales. Por tanto, el dolor crónico suele ser mucho más difícil de tratar que el agudo; debería considerarse una enfermedad en sí mismo. 

ENVEJECIMIENTO DEL CEREBRO


El envejecimiento en un conjunto de cambios y modificaciones morfológicas, fisiológicas y psicológicas que son producidas con el paso del tiempo en los seres vivos. Cuando los cambios son moderados  estamos frente al envejecimiento fisiológico o normal, si son exagerados nos enfrentamos a un envejecimiento fisiopatológico o anormal.
El deterioro de las funciones cerebrales es una de las consecuencias del envejecimiento. El profesor y catedrático de Fisiología de la Universidad Complutense de Madrid, Francisco Mora, se ha planteado si es posible retrasar el envejecimiento cerebral.

Algunas claves como la restricción calórica, hacer ejercicio físico y aumentar el contacto social pueden ayudar a vivir más y mejor.
El profesor Francisco Mora Catedrático de Fisiología de la Universidad Complutense, desarrolla una intensa actividad como investigador, conferenciante y divulgador científico especialmente de la neurociencia,
Una de las más que interesantes cuestiones que se plantean aquí es la de por qué envejecemos mal.
¿Cómo envejece el cerebro?
Algunos autores consideran que el envejecimiento del cerebro comienza alrededor de los cuarenta años. Para el doctor Mora este proceso se inicia cerca de los treinta.

El envejecimiento del cerebro tiene una perspectiva singular. El cerebro se ha construido a lo largo de un proceso evolutivo, con añadidos constantes de tejido y circuitos neuronales. Se trata de un proceso complejo, en el que ha habido una progresión, una regresión y una reorganización constante del mismo. Una de las consecuencias de este proceso es que el cerebro no envejece de una manera sincrónica y homogénea. Muy al contrario, el envejecimiento del cerebro se produce de una forma asincrónica entre sus diferentes áreas.

Hoy sabemos, además, que el cerebro es un órgano plástico que cambia constantemente como resultado de su interacción con el medio que rodea al individuo, sea éste físico, emocional o social, y que  el cerebro de un anciano sigue produciendo neuronas, aunque a menor escala que uno joven.